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Explicación de la actualización de datos de 2021 de Global Forest Watch
©Neil Palmer/CIAT
Nuevos datos de la Universidad de Maryland (UMD) muestran tasas altas y persistentes de pérdida de bosques primarios en 2021. ¿Qué miden los datos, qué es diferente este año y cómo se comparan con otras estimaciones oficiales de deforestación? Esto es lo que usted debe saber sobre los nuevos datos.
Por qué medimos la pérdida de cobertura arbórea y cómo puede tener diferentes impactos en los bosques tropicales, templados y boreales
La pérdida de cobertura arbórea se define como la eliminación de la cobertura arbórea por cualquier motivo y puede ser permanente o temporal. En contraste, la deforestación se refiere únicamente al cambio permanente del uso del suelo. (Obtenga más información aquí sobre lo que se incluye y lo que no cuando hablamos de la pérdida de cobertura arbórea). Los datos de la Universidad de Maryland (UMD) miden la pérdida de todos los árboles de más de cinco metros de altura, lo que puede incluir la pérdida en bosques primarios y bosques secundarios en recuperación, así como la tala en plantaciones de árboles establecidas.
Cuando analizamos los datos, nos centramos en gran medida en los bosques primarios tropicales húmedos, zonas de selva madura con un alto valor en carbono y biodiversidad que tardan décadas en recuperarse tras una pérdida. Los bosques tropicales experimentan la mayor parte de la deforestación, mientras que la pérdida en los bosques templados y boreales es principalmente temporal, causada por los incendios y la gestión forestal para obtener madera. Centrar gran parte de nuestro análisis en la pérdida de bosques primarios tropicales nos permite desviar la atención de esta pérdida temporal. Sin embargo, este año también encontramos tendencias notables en los bosques boreales que merecen analizarse. Los incendios forestales son una parte natural de los ecosistemas boreales, pero los incendios frecuentes y más intensos, así como las pérdidas causadas por los daños de los insectos, son cada vez más comunes y están relacionados con las condiciones más cálidas y secas relacionadas con el cambio climático.
Sin embargo, los datos sobre la pérdida de cobertura arbórea por sí solos no nos dicen cuál es el motivo subyacente de la pérdida. Datos adicionales sobre las razones, la deforestación vinculada a los productos básicos de consumo y, ahora, los incendios, nos permiten conocer mejor las causas de las pérdidas.
Por primera vez, podemos evaluar los patrones detallados de la pérdida de cobertura arbórea debida a los incendios
Los nuevos datos de la Universidad de Maryland (UMD) atribuyen la probabilidad de pérdida por causa de incendios a cada píxel de pérdida de cobertura arbórea de 30 metros, separando los datos en pérdida causada por incendios y pérdida causada por otros factores tales como la agricultura o la explotación forestal. Los nuevos datos de pérdida de cobertura arbórea causada por incendios abarcan incendios naturales o antropogénicos, que generan una pérdida directa en la cobertura del dosel. Los datos recogen incendios forestales, incendios utilizados para despejar el terreno para otros usos e incendios provocados intencionalmente que dan lugar a la pérdida de cobertura arbórea (incluidos los incendios antropogénicos relacionados con la agricultura, la caza, las actividades recreativas o los incendios provocados que escapan a otras áreas). Sin embargo, no se incluyen los casos en los que los árboles se talan y posteriormente se queman, ya que la razón inicial de la pérdida es la eliminación mecánica.
Estos datos nos permiten comprender mejor el impacto de los incendios en los datos de pérdidas de 2021. En algunos lugares, la variación interanual de las pérdidas causadas por los incendios puede ocultar la tendencia a largo plazo de la deforestación permanente. Por ejemplo, si se examina toda la pérdida de bosques primarios en Brasil, se observa una tendencia a la baja entre 2020 y 2021. Pero 2020 fue un año activo de incendios en Brasil, y cuando separamos las pérdidas debidas a incendios de otras pérdidas, vemos que en realidad hubo un aumento de pérdidas que no estuvieron asociadas con incendios entre 2020 y 2021. Esto coincide con los datos oficiales de Brasil (lea más adelante cómo la identificación de las pérdidas debidas a los incendios nos ayuda a comparar mejor los dos conjuntos de datos).
Aunque los incendios no suelen provocar un cambio permanente en el uso del suelo, siguen siendo una fuente importante de emisiones de carbono y pueden dar lugar ciclos de retroalimentación donde hay aumento de emisiones, bosques más secos y más incendios.
Solo hemos abordado la información básica de este importante conjunto de datos. En los próximos meses se publicará en GFW el conjunto completo de datos y más información.
Los datos de la Universidad de Maryland (UMD) reflejan las estimaciones oficiales de deforestación de Brasil
PRODES (el sistema oficial de monitoreo forestal del gobierno brasileño para el Amazonas) y los datos de la Universidad de Maryland (UMD) tienen diferencias metodológicas y de definición que son importantes de entender cuando se comparan estas dos fuentes de datos. PRODES mide la deforestación por tala rasa de más de 6,25 hectáreas, mientras que la Universidad de Maryland (UMD) registra la pérdida de más de 0,09 hectáreas de todos los árboles de más de cinco metros de altura. Ambas son medidas importantes que nos ayudan a entender cómo cambian los bosques, ya que la deforestación, los incendios forestales y las pequeñas alteraciones del dosel forestal pueden tener impactos en el clima, la biodiversidad y los servicios de los ecosistemas.
Anteriormente, también hemos examinado las diferencias entre los datos de deforestación de la Universidad de Maryland (UMD) y los oficiales de Indonesia. Los datos oficiales de 2021 no estaban disponibles en el momento de esta publicación, pero se pueden encontrar comparaciones anteriores aquí.
A primera vista, los datos de PRODES y de la Universidad de Maryland (UMD) parecen mostrar tendencias diferentes para 2021: PRODES muestra un aumento del 22 % en la pérdida de bosques durante el último período de presentación de informes (agosto de 2020-julio de 2021), mientras que la Universidad de Maryland (UMD) muestra una disminución del 6 % en la pérdida de bosques primarios en el Amazonas para enero-diciembre de 2021. Sin embargo, los nuevos datos sobre incendios nos permiten filtrar las pérdidas debidas a incendios del conjunto de datos de la Universidad de Maryland (UMD), lo que permite una comparación más justa de estos dos conjuntos de datos. De este modo, se obtienen estimaciones más comparables de las tendencias de pérdida de bosques a lo largo del tiempo, mostrando tendencias convergentes y un alcance similar de la pérdida en los dos conjuntos de datos. Para 2021, los datos de la Universidad de Maryland (UMD) muestran un aumento del 10 % en la pérdida de bosques primarios que no fueron causados por incendios en la Amazonía, mucho más cerca del 22 % que había indicado PRODES. Además, el pico de pérdidas en los datos de la UMD para 2016 y 2017 puede atribuirse en gran medida a los incendios en el sotobosque, y desaparece cuando se consideran solo las pérdidas no relacionadas con los incendios.
Datos de PRODES vs. Universidad de Maryland (UMD) en la Amazonía Brasilera
Las mejoras en los datos a lo largo del tiempo generan inconsistencias en los datos anteriores a 2015
Los ajustes del algoritmo y la mejora de los datos satelitales han perfeccionado el conjunto de datos de pérdida de cobertura arbórea a lo largo del tiempo. Los cambios en el algoritmo de detección de la pérdida de cobertura arbórea para los años 2011-2014 y 2015 en adelante y la incorporación de los datos de Landsat 8 a partir de 2013 facilitan la detección de cambios a menor escala, como la pérdida debida a los incendios, la explotación selectiva y la agricultura migratoria. Las variaciones en la disponibilidad de imágenes satelitales también resulta en inconsistencias con la calidad y el número de imágenes disponibles para registrar datos cada año. Las nubes y el humo de los incendios también pueden retrasar la detección de la pérdida de cobertura arbórea, lo que puede dar lugar a que la pérdida de cobertura arbórea se detecte un año después de haberse producido.
Para abordar estos problemas, realizamos lo siguiente:
- Nos centramos en nuestros análisis de tendencias después del 2015
- Siempre evaluamos el promedio móvil de tres años
- Tenemos especial cuidado en los lugares donde predomina la agricultura a pequeña escala y en donde las mejoras de los datos son particularmente notables, como en África Central
Se están preparando más mejoras de los datos que aplicarán un algoritmo coherente en todos los años de los que disponemos de datos y nos ayudarán a evaluar las tendencias a largo plazo de los datos.
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